martes, 13 de octubre de 2009

EGIPTO SE REDIME

Egitpo me pidió disculpas y tiene buenas excusas para ser perdonado. Todo empezó a través de un email en una lista de correos de extranjeros viviendo en Cairo.


Una tarde recibo un email de parte de un tal Andrew, contándonos a todos los de la lista que en el restau-bar al cual suele acudir, no lo dejaron entrar con dos de sus amigas egipcias porque llevaban un velo puesto. El tal Andrew nos pedía por favor que, en señal de protesta, todos aquellos que iban regularmente al lugar, dejasen de hacerlo.


Y empezó el debate cibernético. Todos los extranjeros tenían algo para decir. Los más dulces apostaron a un simple "que se jodan por ir a un bar de extranjeros" y "¿qué hacían dos mujeres con velo en un bar donde se toma alchool de todas maneras?" hasta los más crueles que afirmaron "si a mi no me dejan usar pollera en la calle, me parece bien que no las dejen entrar con velo a un bar".


Y mi humilde pregunta fue: ¿Uds. viven todos en Egipto o escriben desde Occidente?


Egipto me explicó que ha sido colonia por muchos años. Que pareciera que hoy es un país libre, pero que sin embargo, con dictador de por medio hace ya 25 años, un grupete de extranjeros que viene a saquear su riqueza, ha decidido seguir llevando la misma vida colonizadora. El grupete se hace llamar los "expatriados" (vocablo utilizado por los extranjeros de todas las nacionalidades, en su mayoría ingleses, franceses y norteamericanos). La primera vez que escuché el término, me dio mucha risa, pues pensaba que los expatriados eran aquellos que habían sido expulsados de su tierra por sus ideas políticas, religiosas, etc. Jamás se me ocurrió pensar que podría ser alguien que se instala en otro país porque le pagan 10 veces más que en el suyo y que vive sin embargo con la cuarta parte de lo que necesitaría según el costo de vida de su desarrollado país. (Nota: estaría bueno avisarle a los inmigrantes africanos y latinos en Europa que no son inmigrantes, sino "expatriados").


Y la vida no es fácil en Egipto. Egipto me lo reconoce. Y a los "expatriados", que de expatriados no tienen nada, no les gusta resignar su glamorosa vida de primer mundo, así sea que estén ganando en este país 10 veces más de lo que podrían jamás ganar en el suyo. Se creen con derecho a fundar clubes, abrir bares/restaurantes, entidades y demás organizaciones en donde solo una pequeña élite egipcia occidentalizada tiene derecho a compartir los manjares, delicias y lujos occidentales.


Los "expatriados" me responden que son normas de "etiqueta", como ir a la opéra o a una fiesta en una embajada, son códigos de vestimenta. Realmente, me da mucha risa la hipocresía.


Egipto me pregunta: ¿qué pasaría si un egipcio abre un bar en Londres y pone como "código de vestimenta" que todas las mujeres del bar deben entrar con velo? Sería el horror, la próxima invasión musulmana, la violación a los derechos civiles y el principio del fin de la civilización occidental. Sin embargo aquí, los "expatriados" me explican muy civilizadamente que es el "derecho a la propiedad" del dueño del bar dejar entrar a quién se le antoje e imponer el código de vestimenta que se le dé la gana. ¿Increíble, no?


Egipto prosigue. Me explica que sus habitantes están tan acostumbrados a esta invasión, que ya lo toman como normal y muchas veces aprueban. Los derechos civiles para los extranjeros viviendo en el país no son los mismos que para los egipcios: un egipcio no puedo dormir en una habitación de hotel con una mujer sin demostrar que ésta sea su madre, su hermana o su esposa. Cada vez que vamos a un hotel, lo primero que nos piden, cuando se dan cuenta que Ramy no es extranjero, es el certificado de matrimonio. Un extranjero... puede hacer lo que se le dé las ganas.


El otro día dejamos a Pablo y Clau en la estación. Pablo pasó una valija en la que podría haber llevado una bomba nuclear. Pasó por el detector de metales y obviamente sonó. Pero nadie lo detuvo. Pasamos los tres sin ningún problema. A Ramy le pidieron que dejara su identificación y al señor que venía atrás, también egipcio, quien llevaba sus cosas en una bolsa de plástico porque no le daba ni para comprar una valija, le pidieron que abriera y sacara todo. ¿Podría ser que en la humilde bolsa llevara armas de destrucción masiva?


Ah, me olvidaba. El bar a donde este tal Andrew había querido entrar, la entrada mínimas son U$S 40 por persona. ¿Qué hacían dos mujeres con velo en un bar donde se bebe alcohol? No sé, supongo que lo mismo que yo cuando salgo y no tomo alchool: salgo a divertirme. O tal vez lo mismo que cualquier cristiana que va el domingo a la Iglesia. Contesté todas sus increíbles respuestas. Nadie fue capaz de responder a las mías: ¿no será que dos egipcias con velo no son "buenas para la imagen del negocio"? ¿Una imagen construida en base a la demanda de un grupo de colonizadores ridículos que tratan de seguir viviendo al mejor estilo occidentalizado sin querer renunciar a ninguno de sus lujos primer-mundistas y que se creen con el derecho de abolir cualquier vínculo/costumbre que lo ligue a Egipto?


Egipto afirma: sí, es difícil vivir acá, especialmente para una mujer occidental que vive constantemente agredida por una sociedad ultra-machista. ¿Y la única solución que encontramos es abrir clubes, bares y entidades en donde crear ghettos? ¿Esta es la revancha por no poder usar polleras, remeras sin mangas y besarnos en público? ¡Mierda que así los vamos a terminar convenciendo de que los Derechos Humanos son Humanos! No son humanos... son occidentales.


Egipto ha ganado su caso. Él, al igual que yo, también sufre de una sociedad hostil que lo lleva hacia la intransigencia; él es acosado por "expatriados", y yo por "egipcios". Hacer las paces con Egipto ha sido lo mejor que me ha pasado en estos últimos 6 meses.


Y a menos de 24 horas de emprender mi regreso a Argentina, debo decir que estas próximas 3 semanas, extrañaré a Egipto y a mi pequeña vida egipcia con locura... Y a Ramy, el amor de mi vida, ni qué hablar!


Pero la vuelta a Egipto promete: la visita del abuelo, la llegada de Dalí a nuestras vidas, una Regi renovada, con las pilas puestas y mejor predispuesta para seguir practicando árabe... Diciembre llegará de un plumazo!


Nos vemos en Argentina! Saludo a los que andan por el resto del mundo!
Regi
xxx