martes, 22 de junio de 2010

La Copa del Mundo

Ellas siguen de negro, pero ellos han cambiado de atuendo. Por la calle se ven varios hombre, jóvenes y niños, llevar la camiseta Argentina. La gran mayoría tiene en la espalda el 10, y el apellido Messi grabados.

Así se vive el Mundial en Egipto. Las banderas de Argentina también son un clásico en los lugares públicos en donde se pasan los partidos, en el shopping y en los clubes.

Es que Argentina, sin más, es la favorita.

Yo les digo que no se hagan ilusiones, que a menos de que les demos a los brasileros el título “O mais grande du mundo” y los eximamos del Mundial, no creo que ganemos. Sorry pero mi nacionalismo tiene un límite: la realidad.

Pero no importa, la vida sigue. El primer partido lo vi en la casa de mi amiga Linda, chipas marca reginita de por medio, y una multitud de egipcios. Yo fui con Ramy y Hany. En su casa nos esperaban sus dos hijos y su marido.

El segundo partido me lo perdí: estaba en un acto de la escuela que llevó nada más y nada menos que 5 abominables horas!

Mirar un partido de fútbol en Egipto es caaaaaaaaasi igual que en Argentina, salvo por el cable – una mierda – que al ser satelital se entrecorta, y el comentarista que habla en árabe (obviamente) y me satura la cabeza. Es una máquina que no para ni un segundo de hablar. Fue lo primero que me llamó la atención. Le empecé a preguntar a Ramy que decía en varias ocasiones, cuando creía entender una o dos palabras. Me dijo: “No sé, ni lo escucho, habla mucho”.

Y yo me desespero por saber qué mierda dice. Especialmente porque, habiendo mirado casi todos los partidos del campeonato, no hay uno en que no digan al menos 20 veces las palabras: Argentina, Messi y Maradona. Y yo me pregunto: ¿qué mierda estará diciendo sobre Argentina, Messi y Maradona en medio del partido de Francia vs Rusia? Y ahí entendí que parece ser que el tipo más que comentarista de fútbol es un comentarista de chusmes, al mejor estilo Rial. Y como es fanático inequívoco de Argentina, no para de hablar de sus ídolos. Le importa una mierda Francia vs Rusia, él tiene un micrófono en frente y no para de contar ganzadas. Por eso, nadie lo escucha.

La Copa del Mundo pronto llegará a su fin, mi amigo Pablo vendrá a visitarme desde Israel!, y luego partiré unos días a Hong Kong como formadora de Oxfam en calidad de grosa. Si no fuera por el pequeño ataque de ansiedad que tengo por saber qué mierda sucederá con nuestras vidas en los próximos 2 meses, diría que mi vida es casi perfecta. Nunca será perfecta, sino sería aburrida ;o)

Hasta pronto!

Regi

xxx

sábado, 5 de junio de 2010

¡Feliz Día de la Patria!

Nota: el siguiente texto posee un alto contenido de sarcasmo. A todos aquellos que pertenecen al grupo de los simios y no pueden aguantarse un buen chiste, por favor tengan a bien abstenerse de seguir leyendo.

Y sí, no podía ser para menos: yo tenía que estar en la fiesta del Bicentenario. Y cuando el día se aproximaba, y Mayo asomaba, ahí llegó mi invitación. Llegó por correo privado, resguardada por una bolsa de seguridad adentro de un sobre bellísimo. No podía ser para menos. Era una invitación de la Embajada Argentina. La reconocí apenas vi el sobre: tenía mi nombre y estaba en español :P

Encabezada por un bellísimo escudo argentino, decía: "En ocasión de la Fiesta Nacional en el Año del Bicentenario de la Revolución de Mayo, el Embajador de la República Argentina D. Luis E. Cappagli tiene el honor de invitar a Señora Regina Calcagno a una recepción que tendrá lugar en el Salón Aída del Cairo Marriot Hotel, el día Martes 25 de Mayo de 2010, de 19 a 21 horas. RSVP y el número de teléfono".

Ahora van las aclaraciones:

1) El Cairo Marriot Hotel es uno de los hoteles más chic de Egipto. Según mi amada guía de turismo, el más caro por noche. Un lujo opulento como bien se merecía la patria en su bicentenario ;o)

2) RSVP, para los que no saben, es una sigla en francés que significa que hay que llamar para confirmar (les aviso por si alguna vez tienen la fortuna de encontrarse en una situación tan top como la mía)

3) No sé para qué mierda pusieron horario: todos llegaron antes de las 7 y nos fuimos como a las 12 de la noche! Amo la diplomacia: era imposible que nos echen.

Ahora bien, nunca me percaté de investigar qué era el Salón Aída. Supuse que simplemente sería un salón de fiesta. Pero antes de continuar, es menester una breve explicación: a todas las mujeres argentas, si hay algo que uno entiende a la distancia, es que son todas unas buitres. Si hay algo que no se le puede criticar a Cristina, es que tiene glamour. Y que a Uds. no les molesta su pelo, sus uñas, sus discursos, sus tapados, sus joyas ni sus vestidos Christian Dior. Vamos chicas, lo que a Uds. realmente les molesta... ¡es que no pueden estar en sus zapatos! Habiendo hecho esa aclaración tan necesaria, prosigo: nuestra presidente tiene estilo, y de eso no hay duda. No sé cuánto habrá sido el presupuesto para la fiesta, pero fue a todo culo.

El Salón Aída no es un pobre salón de fiestas en el hotel más caro del Cairo. Eso, mis estimados, sería para el populacho. El Salón Aída es uno de los tantos majestuosos salones del Palacio Al Gezira, construido para los invitados extranjeros que venían para la inauguración del Canal de Suez en 1869. Las malas lenguas dicen que el Rey lo mandó a construir para impresionar a la Emperadora Eugenie (esposa de Napoleón), de quien estaba perdidamente enamorado. En fin, imagínense que terrible palacio forma parte hoy del complejo del Marriot, que además de sus miles de habitaciones, y palacio de por medio, tiene un casino y no sé cuántas piletas!

A su vez, el salón no se llama Aída por una simpleza histórica, sino porque fue el primer lugar en donde se llevó a cabo la famosísima ópera Aída de Verdi. Y es en su honor que se lo llamó "Salón Aída".

La fiesta fue glamorosa: un lujoso palacio, en un Salón majestuoso, así honramos a la Patria. Imagínense que mis expectativas de ver una empanada o un chorizo quedaron totalmente derrotados por el glamour. Pero ante tanta opulencia, no faltaron los vinos argentinos de todos los colores, cerdos y demás carnes, con exquisitas salsas, y un menú de postres interminables, con tortas y manjares de todos los sabores y para todos los gustos.

Seríamos unos 30 argentinos, a toda rabia. Muchos no viven en El Cairo y tampoco se molestaron por venir (bobos). Algunos, que no entienden aún en que Argentina viven, vinieron vestidos de jeans y zapatillas!! (re bobos). El resto, diplomáticos de todas partes del mundo (el Embajador japonés y su esposa muy felices con el menú), y agregados militares.

El Embajador Argentino, haciendo gala de la ciudadanía que lo acoge, muy simpático, simple y amistoso. Nos vino a charlar en varias oportunidades, muy amable y gaucho. El cónsul otro tanto. Nos preguntaron 20 mil veces qué tal nos pareció la fiesta, y cuando alguien se animó a preguntar (finalmente!) dónde estaban las empanadas (juro que no fui yo!), nos contó que se las comieron todas después de la misa a la mañana (obvio que ningún buen argentino iba a ir a una misa!). Porque nobleza obliga, una Patria tan grande como la nuestra, estimados y estimadas, tiene una bella estatua de nuestro glorioso Libertador General José de San Martín (que está a solo 5 cuadras de casa y que jamás en un año se me ocurrió mirar!).

Y en el día de nuestra gloriosa Nación, no faltaba más: por la mañana se hizo una entrega floral al groso de San Martín, y luego una misa (y bueno... nadie es perfecto) y después... ¡¡¡se comieron las empanadas!!!

Lo único que puedo achacarle a tan exclusivo y majestuoso evento, fue que no cantamos el himno. Qué tristeza... Y yo que esperaba cantar el himno :o(

Fuera de eso, Ramy no pudo ir. Tiene prohibido por el servicio de Inteligencia tomar contacto con cualquier Embajada, inclusive llamar por teléfono... y se quedó sin vino! Lo mejor, en realidad, fue haber conocido a otros argentinos, con quienes ya intercambiamos teléfonos y hemos hecho una salida a un parque de diversiones con Linda, una chica argentina que vive acá hace cuatro años (ay pobrecilla!).

Una vez leí un texto en la facultad. Esas cosas inservibles que los profesores quieren que uno lea para hacernos sentir que estamos al pedo. Un texto de O'Donnell (y no Pacho, por favor, no sean tan brutos tampoco!) en el que hablaba de la Patria. Y entre otras tantas idioteces, decía que la Patria no existía, que era un invento nuestro para echar culpas a una creación de nuestra imaginación colectiva.

Espero que O'Donnell haya celebrado en su casa entonces, sentado y bebiendo whisky. Seguro que escribiendo más boludeces. Porque mi Patria es grande, existe, tiene una presi con todo glamour (si, no sean envidiosas por favor!) y como bien me dijo mi papá "saludos desde el segundo mundo en ascenso" ;o) Así que muchachos, así hemos pasado a la historia... Feliz Bicentenario para TODAS y TODOS! (ahora que está de moda, hasta me gusta y todo :P)

Viva la Patria! Viva!

R

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Y aunque Ud. no lo crea: Regina se peinó, se maquilló, se vistió de lujo y hasta usó tacos! (parecía un monstruo entre todos enanos!)… y si observa con atención… ¡hasta se pintó las uñas! Se olvidó de ponerse su escarapela auto-confeccionada, una pena. Nota al pie: aunque salí para el orto en la foto y parezco una vaca, quédense tranquilos que sigo igual de hermosa que siempre! Es solo que la foto no ayudó ;o)

 

Perdón pero la cámara no era mía y no sabía cómo mierda filmar!

Acá van los dos intentos! ;o) Lo que vale es la intención!

 

Si, ya sé, este fue peor que el primer intento…¡ni siquiera sabía que estaba filmando! hihihi