sábado, 11 de diciembre de 2010

Yo acuso…

Puerta de la India, construida por los ingleses

Esta semana intenté juzgar a la India lo menos posible, especialmente compararla con Egipto, aunque la pequeña argentinita dentro de mí se relamía por un poco de maldad.

Regateando para tomarnos un “tuc tuc”, el servicio “público” de transporte más común en Nueva Deli

La India... ¿qué decir de un país donde uno ha sufrido cagadera severa durante 14 días? ¿Se puede decir otra cosa más que... QUE TREMENDA CAGADA?! El evento sensacional, la amistad, las risas y las aventuras impagables, pero la India me deja un gusto amargo, un olor medio a podrido que de alguna manera me vuelve a transportar a El Cairo.

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Bienvenida en la casa de Nehru

Es injusto comparar dos países: uno en el que viví durante un año y medio, el otro al que observé en gran parte desde la habitación de un hotel y habiendo visitado básicamente una sola ciudad: Nueva Deli. Pero pequeñas experiencias y aventuras con amigos nos permitieron ver un poco más allá.

Sería un cliché decir que la India es un país pobre, injusto, lleno de miseria y mugre. No es novedoso: es un país más del décimo tercer mundo, ese mundo del que los argentinos nos llenamos la boca hablando pero que ni siquiera podemos imaginar. Este es el tercer mundo EN SERIO, sin medias vueltas ni "peros" positivos: acá se sufre, se muere, se mata y se sobrevive todos los días y sin excepciones.

En nuestra visita comunitaria con mi buen amigo Osama

También sería un cliché contarles que vi vacas caminando por las calles, elefantes, monos y ardillas. Que los indios son una sociedad sumamente diversa pero pintada con un solo pincel: el de la miseria, el cansancio, la injusticia y el masoquismo de quienes lo ven todos los días pero dan vuelta la cabeza. Sin embargo aquí, aunque quieran girar, el olor a mierda se siente en todas partes: el 80% de los ríos del Asia están contaminados y la India no es una excepción. No respirar el olor a podrido en plena urbe o en el campo no es nada más ni nada menos que un privilegio que ni las castas más altas pueden disfrutar. Porque cuando uno se caga, lo sienten todos.

Vivir en un área con desagote no es un privilegio sino un premio de pocos millonarios. Abrir la canilla y ver agua transparente, lista para ser bebida un imposible, y salir de la ducha sintiéndose limpio es un dulce recuerdo argentino. Aquí, en un hermosísimo hotel de 5 estrellas al lado del aeropuerto, el agua de la ducha es con suerte amarilla, la de la canilla del baño huele a azufre podrido y cada vez que tiro la cadena cierro los ojos y me tapo la nariz: entre el agua del inodoro y mis cagaderas, no sé con qué quedarme.

La India impresiona, y uno intenta recordar Egipto, todo lo que ha puteado y se ha enojado, y pareciese ahora un dulce pasado de primos lejanos. A nosotros que venimos de países subdesarrollados, la pobreza nos parece tan natural como la  locura de vivir en países sumamente ricos, en términos de recursos, llenos de niños que se mueren de hambre. Pero en la India, esto es difícil de explicar.

 

En el área rural – esta no es la casta más baja

La India está basada en castas: un estigma que se escribe en el certificado de nacimiento de uno, junto con su religión, y que marcará el resto de nuestras podridas vidas. Básicamente nos dirá si sentiremos con olor a super re-mierda, con olor a azufre re podrido, a putrefacción humana, solamente a azufre, o simplemente a algún compuesto químico con mal olor. Pero todos, absolutamente todos, oleremos a una sociedad muy llena de mierda.

La casta más baja son los famosos "intocables": una casta destinada a vivir en la indigencia más paupérrima e inimaginable que jamás allá visto. El más indigente egipcio podría ser considerado un ciudadano sueco del primer mundo. Una casta tan desgraciada y humillada como la mierda misma que tienen que limpiar: se dedican básicamente a limpiar la mugre de los demás. Son los "intocables" porque "da mucho asco tocarlos", como me explicó un joven indio, de castas superiores, vestido como ciudadano del primer mundo.

Las mujeres de esta sociedad no corren mejor suerte tampoco: en la cuarta página del Times de India de esta semana, el fetocidio femenino ocupaba una página entera. Al principio me costó entender qué era: se trata básicamente de abortos producidos por "voluntad propia" (por favor leer con grandes comillas) cuando la familia se entera que espera una hija mujer y no un hijo varón. Según el recorte, se da generalmente en las castas más altas (supuestamente las más educadas y con más acceso al estilo de vida "occidental").

De noche, en Red Fort con amigos 

Hace unas semanas murió asesinado un joven en India. No era cualquier joven: era el primer "intocable", en toda la historia de India, que se presentaba a presidente del Centro de Estudiantes de la Universidad. Lo agarraron a la salida de la Universidad, estudiantes universitarios de castas superiores, y lo mataron a golpes. Sus padres buscan justicia, una justicia que desafortunadamente no creo que encuentren... jamás.

Los que soñamos con cambiar el mundo... me pregunto: ¿qué hacer con la India? Nosotros tenemos el privilegio de soñar que algún día venceremos, que las inequidades dejarán de existir, que la pobreza es producto de un sistema que atropella, invade, fulmina, acosa, ahoga y mata. ¿Pero qué sucede cuando el problema no es el sistema, sino nosotros mismos?

Sería un cliché decir que la India es un país impresionante, que lejos del espiritismo que le venden a los turistas, es un país que nos enseña a ver a la humanidad desde lo que realmente somos: una humanidad que olvida fácilmente, destruye, abandona, esclaviza, invade y lastima.

En la noche de Deli

Al volver y contar todo esto, mis amigas me acusaron de "capitalista": ¿cómo cambiaste eh?, fue la frase inquisidora. Pero no, yo no he cambiado. Acuso a una humanidad que oprime y me niego rotundamente a aceptarla. No creo en ninguna espiritualidad más que en la equidad, y acepto amar con locura los privilegios que la vida me ha dado: no necesito tirarme al Ganges para saber que es un asco, con solo ver su color oscuro y los cuerpos yaciendo huérfanos, me deleito con mi hermoso Paraná.

Sí, he vuelto a casa reafirmando que lo nuestro no es perfecto, que de alguna manera tenemos nuestras "castas"... pero por favor, ¡no me vengan con pelotudeces! No comparen el "problemita" del servicio de limpieza urbana con la contaminación aérea de El Cairo, no me comparen la "opresión femenina" en Occidente, con la situación de la mutilación genital en África, no me vengan a querer explicar que una villa en la Argentina es lo mismo que la India... porque lo único que hacen es reafirmar mi frase: "los argentos viven adentro de una GRAN burbuja".

Luchemos, cambiemos y mejoremos nuestra sociedad, que aún hay mucho que hacer. Pero tengamos presente que somos unos PRIVILEGIADOS.

Salud

R

viernes, 19 de noviembre de 2010

Las canas, ¿un signo de argentinidad?

Antes de volver de Egipto, allí estaba: un fino cabello, justo al frente de mi cabeza, se iba decolorando lentamente. En principio pensé que eran razones de stress, pero finalmente me di cuenta que no había remedio: los años, nos llegan a todos. Y aunque las canas no sean un mal que esté entre mis genes (al menos no de joven), decidí aceptarla con cariño, símbolo de mi lucha contra un país que me volvía, literalmente, loca.

Ahora, recién llegada a la India, es la primera vez en mi vida que no quería volar, salir de mi pequeña Argentina que me acaba de recibir y me acoge con mucha hospitalidad. Es la primera vez que anhelo volver a casa cuanto antes: ¿será que estoy impaciente por la llegada de Ramy?

Este viaje no me tomó de sorpresa, pero por alguna cuestión oculta, prejuzgué a la India desde el primer comienzo... y prejuzgué mal. Por lo menos las primeras impresiones, las humanas, que son las que cuentan, van viento en pompa. Y si, adentro de un hotel, la hospitalidad india es maravillosa... Pero mi casa... anhelo mi rinconcito en frente del Paraná, el aire puro, el canto de los pájaros, los próximos dos domingos con los viejos y un buen asado, el calorcito del verano que ya se deja sentir... ¿cómo puede ser que sienta la argentinidad a casi 28 años de vivirla? Será que la argentindad es como las canas: llega con los años; es un título que se honra, o se tiñe de otros colores, no hay puntos intermedios. Déjalo o tómalo.

Bueno, ahora los dejo, parto a mi primera aventura por la India, a recorrer los mercados y a regatear... ¡que de eso vengo bien entrenada de Egipto!

Hasta pronto,
R

domingo, 10 de octubre de 2010

Reviviendo a Aida

Aida muere enterrada con su amado, porque antes de vivir una vida llena de arrepentimientos, prefiere morir...

Cuando caminaba hacia la ópera, de pronto me vi reflejada en una vidriera, con mi sacón negro y por un instante soñé que volaba. Lejos de ver una "sátira" à la Verdi del Egipto que pocos conocen, yo pensaba en esos 80 millones de personas que deberían estar durmiendo pero que probablemente aún giraban por las calles del Cairo. Y Ramy, ¿qué estaría haciendo?

Compré las entradas en un ataque de ira: mi segunda fin de semana en Argentina, lejos de Ramy, y aún sin novedades de una carta que lo único que necesita, es ser firmada. Inclusive a 20 mil km. de distancia, sigo encontrando razones para odiar a un país tan detestable como la polenta. Porque si a Mafalda no le gustaba la sopa, yo rechazo la polenta. Y como todo conmigo, es inconciente: aunque me gusta comerla, por alguna razón misteriosa, mi cuerpo la rechaza, y así como llega hasta el estómago... vuelve.

Después de las noticias de Ramy, decidí salir a caminar y visitar a mi tía Aida. De camino pasé por el Teatro El Círculo y estaban promocionando la obra de Verdi, Aida; la ópera que trata sobre un amor imposible en Egipto. Parecía que esta destinado, y queriendo regalarme algo material, compré en la mejor ubicación posible.

Entre todos los presentes, solo un ser humano habría estado en el Salón Aida, el Salón original en donde se estrenó la obra de Verdi por primera vez en el mundo. Fue un regalo del Rey Egipcio para la Emperatriz Eugenia, de quien estaba perdidamente enamorado. De todos los presentes, habría solo una persona que espera el regreso de su faraón de una de las dictaduras del mundo más silenciosas y aceptadas por el mundo occidental.

Pero al contrario que Aida, nosotros no nos enterraremos juntos, entre tantas otras cosas, porque no creemos en la vida en el más allá ni en la reencarnación. Preferimos vivir esta a pleno, porque por las dudas, será la única que conozcamos. Esa fue la primera razón por la que un día de Abril decidí subirme al avión... y "ver qué onda". Porque sí, porque al igual que Aida, jamás quisiera vivir una vida llena de arrepentimientos.

Y así fue que disfruté esta noche, a 3 semanas lejos de Ramy: en la ópera, nada más cheto. La vida tiene sus vueltas, y no sé cómo, siempre acomoda las cosas... Y ante la desesperación no me queda otra más que esperar, esperar la llegada de un ser amado.

Mientras, revivir en Rosario de cara al río... Revivir en el aire que se respira, en las caminatas en paz, en la libertad que es soñar que uno vuela, en correr, en caminar, en sentirse libre, en volver a ser un ser humano, en volver a ser escuchado y respetado... Revivir... para recibir a Ramy más feliz que nunca.

Será un adios? No lo sé... imagino que ahora será tiempo de escribir las anécdotas de la llama ;o)

Hasta pronto,

R

jueves, 19 de agosto de 2010

El tiempo y el espacio

Imagine el reinado de la Reina Victoria prolongado en 3 siglos. Así fue la estabilidad, la uniformidad, la convencionalidad extrema de China bajo el reinado de los Manchús que hizo que generaciones de mujeres adoptaran el mismo modo de vestir”

Eileen Chang, 1943

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Vista de Hong Kong desde el avión*

De vuelta a casa: me tomará unas 16 horas, entre paradas y esperas por varios países. Y así se termina mi viaje por Hong Kong.

Es increíble pensar que estoy viajando, literalmente, hacia el pasado: estaré 6 horas de atraso con respecto a Hong Kong, 6 horas que tendré que volver a vivir… pero en el pasado.

IMG_4616 Hong Kong me ha enseñado que la cuestión del tiempo y del espacio nada tienen que ver con horas o metros, sino más bien con el futuro. La frase “Please mind the gap” que se utiliza en el metro y en varios espacios públicos, es una traducción literal del cantonés que inclusive en español puede tener varias significaciones. En primer lugar, podría significar: “Por favor, tenga cuidado con el hueco”, digamos muy burdamente, refiriéndose a los milímetros de distancia que existen entre el andén y el súper lujoso y moderno subte. Pero en realidad la frase, hace connotación al ESPACIO, a la distancia entre las personas.

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Es la teoría del “Espacio vital” aplicada “a la China”. Siendo el país con mayor población mundial, y siendo Hong Kong una ciudad de no menos de 7 millones de personas, prácticamente todas sobre una pequeña isla, el respeto al espacio y al tiempo son cuestiones necesarias… y hasta primordiales.

IMG_4741 En todos los accesos existen flechas e indicaciones: una flecha verde nos indica cuál es el camino indicado, por dónde subir al subte, por dónde bajar y/o subir las escaleras y una cruz roja nos indica que estamos caminando en contramano, lo cual nos valdrá la mirada atónita de varios civilizados enfurecidos. Llevar bolsos y/o valijas, niños en cochecito o una silla de ruedas no nos da derecho, bajo ninguna circunstancia, de aprovecharnos del “espacio vital” del otro.

IMG_4757 El “espacio vital” es un pedacito de territorio imaginario alrededor de uno, que se desplaza con uno, y que le da protección del resto de los animales de la selva: en Hong Kong observamos gentes de todos los colores, formas y vestimentas. Todos conviven bajo el respeto y en el peor de los casos, la indiferencia mutua. Pero nadie se atreve a traspasar esa línea imaginaria particular a cada individuo.

P1230591 Centro de Hong Kong y sus decoraciones estilo Feng Shui*

Y luego me puse a pensar en Egipto… y aprendí que aunque el absolutismo hongkonés no es lo mío, el avasallamiento egipcio es mucho más molesto. La intolerancia y la invasión constante a mi pequeñísimo espacio vital es asfixiante, deprimente y violento. Porque si algo no han aprendido los egipcios, es la posibilidad de dejar atrás la jungla para pasar a vivir en sociedad. Y lamentablemente, es una constante que se verifica en todo Medio Oriente: la creencia de supremacía sobre otros, la necesidad de invasión colectiva de unos sobre otros según normas arcaicas creadas por un Dios tan misericordioso, que los hundió y asesinó a todos bajo agua…

La estadía

P1230598 *Después de haber terminado nuestro curso, y por lo tanto nuestra estadía en la ciudad universitaria, nos dispusimos a buscar alojamiento EN ALGÚN LADO. Y no es sencillo. Hong Kong se caracteriza por el hacinamiento de su población: después del pase a China, se han ido incorporando mayores territorios que permiten la expansión, pero así y todo, no es suficiente. El alto costo de la vivienda (aproximadamente el 45% vive en viviendas estatales por la imposibilidad de tener vivienda propia), hace que el costo de alojamiento para el turista también sea alto – especialmente comparado a los increíbles precios para comida y servicios. Sino, hay que alquilar una habitación de aproximadamente 3x3, en donde entra justo una cama y un baño, por unos U$S15/noche. Un antro.

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Si, podrán no tener vivienda, pero hacen cola para entrar a Gucci, Dolce and Gabana, Channel, etc. etc. etc.*

Y ahí llegamos, el antro se llamaba ChungKing Mansions. Una mole de pisos y diminutas habitaciones para cualquiera que pueda pagarlas: turistas, estudiantes y los mismos hongkoneses. Después de dar varias vueltas y llegar a la conclusión que no había una bendita habitación, decidimos resignarnos a la idea de que deberíamos hospedarnos en un Youth Hostel, en el pico de una montaña en la isla central (lo que fuese Hong Kong originalmente). Sinceramente no queríamos por la lejanía, pero el precio nos pareció más que buen negocio: un poco menos de U$S 15 cada uno en una habitación para cuatro.

P1230634 Para nuestra sorpresa, le Hostel terminó siendo una escapada al paraíso entre tanto cemento y vidrios de colores. La montaña se trataba de una ex-base militar desde donde los ingleses controlaban absolutamente todos los movimientos marítimos: no es para menos, desde allí puede observarse toda la ciudad, la costa, y demás islas alrededor. Una belleza enterrada casi en la cima, rodeada de una paisaje selvático en donde el mayor sonido provenía de los grillos y los pájaros. Eventualmente aprendí que era la zona más cara de Hong Kong, con casas que rondan los precios más altos del mundo. Todo el mundo quiere estar en Victoria Peak, y allí estábamos nosotros… por solo U$S 15 la noche.

P1230665 Un colectivo del hostel, con horarios fijos, nos traía y nos llevaba hacia la parada mas cercana de metro, y desde allí hacíamos todas las conexiones posibles. Para nuestro asombro, no era tan lejos. Solo 20 minutos de colectivo y luego entre 3 o 4 minutos de subte para estar en pleno centro.

El sistema de transporte es excelente en Hong Kong, el mejor que haya visto en mi vida. Inclusive tomar el colectivo es muy sencillo y las conexiones muy buenas. Salvo para el turista despistado como yo, todo absolutamente todo está correctamente señalizado e indicado en su justo lugar. Es cuestión de ir siguiendo flechas e indicaciones para llegar al lugar deseado. Por lo demás, un despiste al reginiana lo conducirá, en el peor de los casos, a un policía muy educado y amable que en inglés le explicará con exactitud cómo llegar a destino.

P1230689 Jardines

Las visitas

IMG_4625El Gran Buda

Aunque mucho no pude hacer en los días que quedaban libres, y repartir el tiempo entre amigos y decisiones de grupo – que lo llevan a uno a perder más tiempo aún – pude recorrer bastante de lo que me había propuesto.IMG_4640

La visita al Gran Buda, el Buda más grande del mundo en la intemperie, fue una visita sensacional que incluyó subida en teleférico, y caminata de varias horas, entre escaleras de subida y de bajada, visitas al templo budista más grande de Hong Kong y avistaje de una Naturaleza sumamente imponente.

IMG_4656 Con Jan, un amigo bosnio, listos para subir los miles de escalones hacia el Gran Buda… y si, Jan es el de gorra roja sin ojos achinados :P

IMG_4677Tarde en el día, me quedó justo una hora y media para visitar una muestra especial del Museo de Historia de Hong Kong sobre la evolución del Quipao, la típica vestimenta china, con cuello Mao que enloquece tanto a las occidentales. Impresionantemente interesante, mostraba la evolución de dicha vestimenta de acuerdo al rol de la mujer en la sociedad china. Fue increíble ver las diferencias con mi sociedad, cómo la vestimenta puede darle a un individuo libertad y una posición concreta social.

IMG_4706Estaba de paseo con mi amiga Zuhur, una musulmana proveniente de Somalilandia. Y pensé a pensar en todas estas mujeres con largas túnicas bajo el calor irradiante de África o de Medio Oriente, con más trapos sobre la cabeza y algunas hasta con la cara completamente cubierta. Es como llevar cadenas toda la vida, y aún así, creo que llevar cadenas sería al menos más agradable, porque me permitiría sentir la brisa del mar, el olor de las flores o la mierda la calle. La imposibilidad del movimiento, de correr, de sentir el agua (si es que tienen permitido nadar) en la piel, la sal del mar, las cosquillas de las olas, el abrazo de un amigo, el latir de un ser amado… Es una vida de condena perpetua al aislamiento, a la soledad completa…

Zuhur no daba más, se sentaba en el piso, cansada y transpirada, hasta que el guardia – una mujer, faltaba más – vino a pedirle que por favor se parara… Era una contradicción total con lo que estábamos viendo.

Y ahí estaban los chinos, de revancha, cortando cada vez más sus trajes a través del tiempo, adaptándolos mejor a la figura femenina y permitiendo el espacio necesario de desarrollo personal. Y como siempre, espacio y tiempo, una dupla imperdible en el contexto chino.IMG_4790

Templo budista – taoísta: los gurús de la Bolsa tirando palitos de la suerte… a la izquierda, las construcciones se hacen con caña de bambú, como no podía ser de otra manera!

Al otro día volví sola, los amigos de parranda por ahí, a visitar todo el día el Museo de Historia de Hong Kong, el Museo de Ciencias, un templo taoísta-budista y visitar a pie todo lo que más pudiese.

IMG_4802 Los Museos en Hong Kong son un arte de la perfección: atrapantes, interesantes, modernos y lujosos, no tienen nada que envidiarle al mejor museo europeo. El Museo de Historia de Hong Kong empezaba hace 400 millones de años. Ese es el concepto que tienen los chinos de sí mismos: la civilización más antigua del mundo. Porque la historia de los dinosaurios, las piedras y los volcanes explotaban para crear y hacer desaparecer nuevas tierras no es una historia perdida en algún libro de secundaria. Es su historia, la historia de la Humanidad de la cual los chinos se sienten sumamente orgullosos. Finalmente terminable en 1997 con el pase a China y dejaba abierta las puertas a una historia que seguirá construyéndose.

El Museo de Ciencias fue muy divertido, pero creo que lo hubiese aprovechado más si hubiese ido hace 20 años atrás, cuando tenía 7. Igualmente hice todos los tests interactivos que había por hacer y parece que ando muy bien de salud :o)

El templo Taoísta-budista, una combinación exótica entre las dos creencias, era un centro de encuentro para empresarios, esencialmente, que leen sus futuros a través de los famosos palitos chinos. Se agita la caja de entera hasta que uno cae al piso. Cada palito tiene un número y es necesario conocer muy bien su significado para hacer la interpretación correcta. Fui a la hora justa sugerida en mi guía, para ver cómo los empresarios más poderosos del mundo se reunían a tirar palitos para conocer su suerte. Se ve que ellos tampoco le hacen mucha confianza a la Bolsa ni a Wall Street y prefieren seguir confiando en una de las tradiciones chinas más antiguas: los palitos de la suerte.

El regreso

Salir de una ciudad cuyo 38% está destinado a protección del medio ambiente, construida según las formidables reglas del Feng-Shui, con árboles y flores hasta en el medio de las escaleras mecánicas, para llegar al Cairo, y ver por primera vez en mi vida El Cairo de día desde el cielo – siempre había llegado de noche – fue un shock. Desde el cielo se ve gris, destruido como si hubiese pasado un huracán, un laberinto de mugre, con gente apiñada, y grandes espacios abandonados. Apenas un poco de verde y nada de agua, más que el Nilo…

Mis ganas de volver a casa esta vez duraron poco. Y la emoción de ver a Ramy duró poco cuando caí en la realidad de la locura carioca nuevamente… Pero ahí estaba Ramy, para darme el empujoncito y con mucho amor decirme lo que yo no quería escuchar: es tiempo de volver a Argentina, y descansar un tiempo. Volver a Argentina y llenarme de fuerzas nuevamente.

Dicen que si amas a alguien, debes dejarlo ir. Y que si vuelve, será tuyo… o algo así. Y parece ser que es una ley que Ramy entiende muy bien: por eso me insistió que vuelva y allí estaré regresando… el próximo 17 de Septiembre. Estoy feliz de pasar tiempo con amigos y familiares, pero debo confesar que pasar este último pedazo lejos de Ramy, me hace sentir que en algún punto, estoy dejándolo en banda en la mejor parte de la lucha… En fin, hay otro dicho que también Ramy conoce en árabe: soldado que huye, sirve para otra batalla…

Nos vemos pronto,

R

*Estas fotos y videos son cortesía de mi amigo Dani ;o)

Saliendo del hotel, desde el pico de la montaña hasta la civilización*

Camino hacia la civilización*

Seguimos caminando… 20 minutos más tarde, pero el paisaje y la belleza natural lo valen*

Y llegamos!*

Templo Budista en El Gran Buda

Este era el templo por fuera: aclaro que yo no puse la música, es la música que ellos mismos cantan todo el día…

En el templo budista-taoísta, el sonido que escuchan de fondo, es la gente agitando los palitos de la suerte…

jueves, 22 de julio de 2010

Futurama

Llegué al Aeropuerto del Cairo tres horas antes, y al embarque 10 minutos antes de que empezara. Me sentía feliz, muy feliz. No solo por dejar Egipto por 10 días, volver a vestir como quisiera, poder caminar tranquila por la calle y ser libre nuevamente, sino porque viajar es de por sí, para mí, un gran placer. Todas esas cosas que los seres humanos odian de un aeropuerto, yo las amo: las largas colas, los imbéciles con equipaje de más que se ponen a tirar cosas y retrasan a todos los de atrás, los ciento y un mil papelitos que hay que llenar para entrar o salir de un país, las puertas de embarquen que siempre, siempre están JUSTO al otro lado del aeropuerto y una larga lista de etcéteras. Aprovecho el tiempo y miro a todos estos seres humanos que por distintas razones se congregan en este inmenso lugar: el aeropuerto. Las observo y me pregunto de dónde vendrán, hacia dónde irán, cómo viven, miro a las familias, a los que van solos, cómo se visten, qué equipajes llevan, etc. Me parece fascinante la idea de que tantas personas, tan distintas, de tantos puntos del planeta, puedan encontrarse en tan pequeña área y se muevan como hormigas, sin mirarse ni importarse, dirigiéndose diligentes a sus puertas de embarques.

El viaje fue por Emirates Air, la línea de bandera de los Emiratos Árabes. De más está decir que estos tipos ya no saben en qué más lavar dinero: estando en clase turista, parecía que fuese primera clase. Al llegar recibimos una cartilla, el ménu, de donde podíamos elegir el plato principal, entre cordero iraní con papas cortadas a la no sé cuanto, del chef no sé qué, con "agua de rosa” y jugo de mango con esencia de no sé cuanto más. De postre, deliciosas tortas, sin olvidarnos de una exquisita selección de quesos IMPORTADOS de Italia, como bien indicaban sus etiquetas. El equipo de azafatas hablaban un total de no menos de 10 idiomas. Todo un lujo.


Y de repente llegué a Hong Kong, después de 4 horas entre El Cairo y Dubai, 2 horas de espera en Dubai, 6 horas de Dubai a Bangkok, 45 minutos de espera y 2 horas y media, de Bangkok a Hong Kong. Y mientras que los fantasmitas negros y los Aladinos iban desapareciendo, seres humanos con ojos achinados, vestidos de las más diversas formas y colores iban apareciendo. Y con ellos, mi gran sonrisa de ver nuevamente diversidad, tranquilidad, y dejar de sentirme una completa extraña, un marciano verde llegado de otro planeta. Porque aunque aquellas personas poco tuviesen que ver con mis rasgos físicos, me veían como una igual, me reconocían como ser humano… y esa sensación es impagable.

Y así llegamos a Futurama. El imbécil de la guía Lonely Planet hablaba de una ciudad sobrepoblada y afectada por la contaminación… evidentemente, jamás ha estado en El Cairo y nunca puso un pie en Egipto.

Hong Kong es la gran ciudad del futuro, por mucho que nos cueste aceptarlo, pero guarda un equilibrio perfecto con el medio ambiente. Es que los hongkonianos siguen el Feng-shui hasta para la construcción de sus edificios: es sumamente sorprendente.

La ciudad es un conjunto interminable de edificios que guarden entre sí el equilibrio perfecto. Aunque abrumador para la vista, el paisaje no es cansador. Atrás las colinas, llenas de verde y naturaleza que rebasa… verde, entre todos esos edificios, hay mucho mucho verde, piletas de agua que hacen a la teoría del Feng-shui. Una maravilla a gran escala que son los asiáticos y su paciencia son capaces de construir. No existe un edificio desaliñado, feo, de algún color que lastime la imagen global o en mal estado. Y entre tanto verde, y tantas colinas llenas de vida, está el mar. Un paisaje extraordinario que me hizo acordar a Costa Rica.

Todo está señalizado y diametralmente estudiado. Los discapacitados no tienen ningún tipo de problema: esta es su ciudad ideal. Existen círculos incrustados en el piso para que atiendan a los peligros, señales sonoras, y barras de contención en las veredas (que también son para los turistas tercermundistas que desean cruzar la calle por el medio de la vereda: imposible por estos pagos).

Con una población de aproximadamente 7 millones de personas, los ciudadanos de Hong Kong saben conservar su equilibrio al mejor estilo Tai-chi: aquí desde la ciudad universitaria, en una de las colinas, desde puedo observar todo el centro, ya no se escucha más nada a partir de las 9 de la noche. Y aunque existe vida a la noche, es tranquila y no sé cómo, pero no se escucha ni perturba. Lo único que se escucha durante el día son pájaros y más pájaros… y un rato, entre la media mañana y la tarde, a los constructores trabajando en el edificio de enfrente, un monstruo gigante en forma de serpiente que baila alrededor de las piletas universitarias en un hermoso jardín, tapado de árboles verdes.

¿Qué más se puede decir de una de las mejores ciudades del mundo, con una distribución de la riqueza casi perfecta? Sus ciudadanos son tranquilos, amistosos, siempre sonrientes, tímidos y un poco retraídos. Pero sobre todo, tranquilos. Yo creo que aún saliendo desnuda, sería imposible robarles una cara de asombro o algo que salga del equilibrio natural que inspira a esta gente. Son simplemente fabulosos.

Hoy saldré de paseo, con lluvia y mucha, mucha humedad. Es un ecosistema fabuloso, pareciese que estuviéramos en algún bosque chino, con animales y la humedad propia del ambiente, pero estamos rodeados de grandes monstruos de cementos.

Sacaré fotos, subiré videos, pero por el momento les dejo estas fotos, espero que las disfruten.

Besotes

Regi

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martes, 22 de junio de 2010

La Copa del Mundo

Ellas siguen de negro, pero ellos han cambiado de atuendo. Por la calle se ven varios hombre, jóvenes y niños, llevar la camiseta Argentina. La gran mayoría tiene en la espalda el 10, y el apellido Messi grabados.

Así se vive el Mundial en Egipto. Las banderas de Argentina también son un clásico en los lugares públicos en donde se pasan los partidos, en el shopping y en los clubes.

Es que Argentina, sin más, es la favorita.

Yo les digo que no se hagan ilusiones, que a menos de que les demos a los brasileros el título “O mais grande du mundo” y los eximamos del Mundial, no creo que ganemos. Sorry pero mi nacionalismo tiene un límite: la realidad.

Pero no importa, la vida sigue. El primer partido lo vi en la casa de mi amiga Linda, chipas marca reginita de por medio, y una multitud de egipcios. Yo fui con Ramy y Hany. En su casa nos esperaban sus dos hijos y su marido.

El segundo partido me lo perdí: estaba en un acto de la escuela que llevó nada más y nada menos que 5 abominables horas!

Mirar un partido de fútbol en Egipto es caaaaaaaaasi igual que en Argentina, salvo por el cable – una mierda – que al ser satelital se entrecorta, y el comentarista que habla en árabe (obviamente) y me satura la cabeza. Es una máquina que no para ni un segundo de hablar. Fue lo primero que me llamó la atención. Le empecé a preguntar a Ramy que decía en varias ocasiones, cuando creía entender una o dos palabras. Me dijo: “No sé, ni lo escucho, habla mucho”.

Y yo me desespero por saber qué mierda dice. Especialmente porque, habiendo mirado casi todos los partidos del campeonato, no hay uno en que no digan al menos 20 veces las palabras: Argentina, Messi y Maradona. Y yo me pregunto: ¿qué mierda estará diciendo sobre Argentina, Messi y Maradona en medio del partido de Francia vs Rusia? Y ahí entendí que parece ser que el tipo más que comentarista de fútbol es un comentarista de chusmes, al mejor estilo Rial. Y como es fanático inequívoco de Argentina, no para de hablar de sus ídolos. Le importa una mierda Francia vs Rusia, él tiene un micrófono en frente y no para de contar ganzadas. Por eso, nadie lo escucha.

La Copa del Mundo pronto llegará a su fin, mi amigo Pablo vendrá a visitarme desde Israel!, y luego partiré unos días a Hong Kong como formadora de Oxfam en calidad de grosa. Si no fuera por el pequeño ataque de ansiedad que tengo por saber qué mierda sucederá con nuestras vidas en los próximos 2 meses, diría que mi vida es casi perfecta. Nunca será perfecta, sino sería aburrida ;o)

Hasta pronto!

Regi

xxx

sábado, 5 de junio de 2010

¡Feliz Día de la Patria!

Nota: el siguiente texto posee un alto contenido de sarcasmo. A todos aquellos que pertenecen al grupo de los simios y no pueden aguantarse un buen chiste, por favor tengan a bien abstenerse de seguir leyendo.

Y sí, no podía ser para menos: yo tenía que estar en la fiesta del Bicentenario. Y cuando el día se aproximaba, y Mayo asomaba, ahí llegó mi invitación. Llegó por correo privado, resguardada por una bolsa de seguridad adentro de un sobre bellísimo. No podía ser para menos. Era una invitación de la Embajada Argentina. La reconocí apenas vi el sobre: tenía mi nombre y estaba en español :P

Encabezada por un bellísimo escudo argentino, decía: "En ocasión de la Fiesta Nacional en el Año del Bicentenario de la Revolución de Mayo, el Embajador de la República Argentina D. Luis E. Cappagli tiene el honor de invitar a Señora Regina Calcagno a una recepción que tendrá lugar en el Salón Aída del Cairo Marriot Hotel, el día Martes 25 de Mayo de 2010, de 19 a 21 horas. RSVP y el número de teléfono".

Ahora van las aclaraciones:

1) El Cairo Marriot Hotel es uno de los hoteles más chic de Egipto. Según mi amada guía de turismo, el más caro por noche. Un lujo opulento como bien se merecía la patria en su bicentenario ;o)

2) RSVP, para los que no saben, es una sigla en francés que significa que hay que llamar para confirmar (les aviso por si alguna vez tienen la fortuna de encontrarse en una situación tan top como la mía)

3) No sé para qué mierda pusieron horario: todos llegaron antes de las 7 y nos fuimos como a las 12 de la noche! Amo la diplomacia: era imposible que nos echen.

Ahora bien, nunca me percaté de investigar qué era el Salón Aída. Supuse que simplemente sería un salón de fiesta. Pero antes de continuar, es menester una breve explicación: a todas las mujeres argentas, si hay algo que uno entiende a la distancia, es que son todas unas buitres. Si hay algo que no se le puede criticar a Cristina, es que tiene glamour. Y que a Uds. no les molesta su pelo, sus uñas, sus discursos, sus tapados, sus joyas ni sus vestidos Christian Dior. Vamos chicas, lo que a Uds. realmente les molesta... ¡es que no pueden estar en sus zapatos! Habiendo hecho esa aclaración tan necesaria, prosigo: nuestra presidente tiene estilo, y de eso no hay duda. No sé cuánto habrá sido el presupuesto para la fiesta, pero fue a todo culo.

El Salón Aída no es un pobre salón de fiestas en el hotel más caro del Cairo. Eso, mis estimados, sería para el populacho. El Salón Aída es uno de los tantos majestuosos salones del Palacio Al Gezira, construido para los invitados extranjeros que venían para la inauguración del Canal de Suez en 1869. Las malas lenguas dicen que el Rey lo mandó a construir para impresionar a la Emperadora Eugenie (esposa de Napoleón), de quien estaba perdidamente enamorado. En fin, imagínense que terrible palacio forma parte hoy del complejo del Marriot, que además de sus miles de habitaciones, y palacio de por medio, tiene un casino y no sé cuántas piletas!

A su vez, el salón no se llama Aída por una simpleza histórica, sino porque fue el primer lugar en donde se llevó a cabo la famosísima ópera Aída de Verdi. Y es en su honor que se lo llamó "Salón Aída".

La fiesta fue glamorosa: un lujoso palacio, en un Salón majestuoso, así honramos a la Patria. Imagínense que mis expectativas de ver una empanada o un chorizo quedaron totalmente derrotados por el glamour. Pero ante tanta opulencia, no faltaron los vinos argentinos de todos los colores, cerdos y demás carnes, con exquisitas salsas, y un menú de postres interminables, con tortas y manjares de todos los sabores y para todos los gustos.

Seríamos unos 30 argentinos, a toda rabia. Muchos no viven en El Cairo y tampoco se molestaron por venir (bobos). Algunos, que no entienden aún en que Argentina viven, vinieron vestidos de jeans y zapatillas!! (re bobos). El resto, diplomáticos de todas partes del mundo (el Embajador japonés y su esposa muy felices con el menú), y agregados militares.

El Embajador Argentino, haciendo gala de la ciudadanía que lo acoge, muy simpático, simple y amistoso. Nos vino a charlar en varias oportunidades, muy amable y gaucho. El cónsul otro tanto. Nos preguntaron 20 mil veces qué tal nos pareció la fiesta, y cuando alguien se animó a preguntar (finalmente!) dónde estaban las empanadas (juro que no fui yo!), nos contó que se las comieron todas después de la misa a la mañana (obvio que ningún buen argentino iba a ir a una misa!). Porque nobleza obliga, una Patria tan grande como la nuestra, estimados y estimadas, tiene una bella estatua de nuestro glorioso Libertador General José de San Martín (que está a solo 5 cuadras de casa y que jamás en un año se me ocurrió mirar!).

Y en el día de nuestra gloriosa Nación, no faltaba más: por la mañana se hizo una entrega floral al groso de San Martín, y luego una misa (y bueno... nadie es perfecto) y después... ¡¡¡se comieron las empanadas!!!

Lo único que puedo achacarle a tan exclusivo y majestuoso evento, fue que no cantamos el himno. Qué tristeza... Y yo que esperaba cantar el himno :o(

Fuera de eso, Ramy no pudo ir. Tiene prohibido por el servicio de Inteligencia tomar contacto con cualquier Embajada, inclusive llamar por teléfono... y se quedó sin vino! Lo mejor, en realidad, fue haber conocido a otros argentinos, con quienes ya intercambiamos teléfonos y hemos hecho una salida a un parque de diversiones con Linda, una chica argentina que vive acá hace cuatro años (ay pobrecilla!).

Una vez leí un texto en la facultad. Esas cosas inservibles que los profesores quieren que uno lea para hacernos sentir que estamos al pedo. Un texto de O'Donnell (y no Pacho, por favor, no sean tan brutos tampoco!) en el que hablaba de la Patria. Y entre otras tantas idioteces, decía que la Patria no existía, que era un invento nuestro para echar culpas a una creación de nuestra imaginación colectiva.

Espero que O'Donnell haya celebrado en su casa entonces, sentado y bebiendo whisky. Seguro que escribiendo más boludeces. Porque mi Patria es grande, existe, tiene una presi con todo glamour (si, no sean envidiosas por favor!) y como bien me dijo mi papá "saludos desde el segundo mundo en ascenso" ;o) Así que muchachos, así hemos pasado a la historia... Feliz Bicentenario para TODAS y TODOS! (ahora que está de moda, hasta me gusta y todo :P)

Viva la Patria! Viva!

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Y aunque Ud. no lo crea: Regina se peinó, se maquilló, se vistió de lujo y hasta usó tacos! (parecía un monstruo entre todos enanos!)… y si observa con atención… ¡hasta se pintó las uñas! Se olvidó de ponerse su escarapela auto-confeccionada, una pena. Nota al pie: aunque salí para el orto en la foto y parezco una vaca, quédense tranquilos que sigo igual de hermosa que siempre! Es solo que la foto no ayudó ;o)

 

Perdón pero la cámara no era mía y no sabía cómo mierda filmar!

Acá van los dos intentos! ;o) Lo que vale es la intención!

 

Si, ya sé, este fue peor que el primer intento…¡ni siquiera sabía que estaba filmando! hihihi

miércoles, 12 de mayo de 2010

Y se fueron los Más…

Los Más-Hasik son un grupete de socios compuesto por dos individuos. Ella, Estefanía, y él, Ezequiel. Se casaron un 16 de abril de 2010 y un día más tarde estaban arriba del avión, rumbo hacia Egipto, donde los esperábamos.

Su visita fue lo Más. No solo nos llenaron de risas y buenos momentos, sino que hicieron más fácil nuestra existencia en estas áridas tierras.

En este mes, han pasado muchas cosas. Pero los amigos y el abuelito Néstor me han tenido tan ocupada, que realmente no he tenido un segundo para ponerme a escribir las muchas cosas que han sucedido. Y tanto ha sucedido, y tan rápido pasa el tiempo, que muchas ya son recuerdos olvidados.

Pero trataré de volver en el tiempo.

Lo primero que recuerdo es la llegada.  Otra vez, como todas las anteriores, una bocanada de aire con olor a amistad y cariño llega a casa para alentarnos y acompañarnos. Más que nunca era necesario. Pronto, Ramy se presentaría a su primer entrevista para el Ejército.

Días después, Ramy nos deja por una semana entera. Lo que debía ser una visita de un día, se convirtió una estadía de 5 días. Los nervios me angustiaban, pero no había mucho que podía hacer.

Unos días más tarde, llegó el abuelito Néstor. Su segunda visita por estos pagos. Creo que su imposibilidad de hablar inglés y/o árabe hacen que sea el único que crea que esto es maravilloso. Bien por él y por nosotros, porque su comida es deliciosa y su loca compañía una diversión encantadora que hace que el tiempo pase volando.

Lo de Ramy no funcionó. No lo eximieron por enfermedad si bien presentó radiografías y certificado médico que confirmaban su laxitud en los huesos. No puede quedarse parado por más de 10 minutos. Pero no les importó, y después de idas y venidos, quedó calificado para pasar 3 años en el Ejército. Ahora lo único que nos queda es ver cómo zafa por estar casado con una extranjera.

La odisea

Ahí estaba él. Parado en línea junto al resto de los desconocidos. Luego un Oficial explica que den un paso adelante: 1) los que pertenecen a la Hermandad Musulmana (un partido de ultra-derecha reprimido por el gobierno); 2) los que tenían algún familiar procedente de Afganistán, Irán, Israel o Palestina; 3) los que tenían algún tipo de contacto, o habían estado en Afganistán, Irán, Israel o Palestina; y por último… los que estaban casados con una extranjera.

Y él dio un paso hacia adelante. Él fue el único en dar un paso adelante por esta razón. Los llevaron a una habitación y los hicieron sentar…  y esperar. Él los miraba: estaba rodeado de pseudo-posibles-terroristas. Y él, por estar casado con una extranjera, era uno más.

Llamaban a uno por uno para interrogarlos. En mayo deberían volver y presentar pruebas de sus “conexiones”. “Ramy Nasr”, lo llaman. Le preguntaron por qué estaba ahí. Explicó que estaba casado con una extranjera. “Nacionalidad?”. Ella le había dicho: decí las dos, a ver si con eso se asustan (sí, qué pelotuda, no?). “Italiana, argentina”. El milico lo mira raro. ¿Dos? “¿Su esposa tiene alguna relación con Afganistán, Israel, Irán o Palestina?”  Sí, fue de vacaciones a Israel, respondió él. Ella había ido, y a propósito y para que no quedaran dudas, había pedido que le estampillaran el pasaporte con la visa (los turistas que van a Israel pueden pedir que la visa no se la pongan en el pasaporte).

Sumó más puntos como pseudo-posible-terrorista, bien.

La fecha

Y los días pasaron, y pasaron las semanas y los meses. Y finalmente llegó el próximo 29 de abril. Y cumplimos un año de estar juntos y compartir esta loca pero muy hermosa aventura.

Cuando miro atrás me doy cuenta que las cosas que importan no son cuánto árabe he aprendido o cuán poco los aguanto.

Junto a Ramy he crecido como persona, he aprendido a ser más paciente, y sobretodo, a ser más feliz. Su tarjeta de regalo son un símbolo de su ternura y realmente se me piantó un lagrimón en el primer renglón, apenas empecé a leerla. Reservamos para cenar en un hotel francés, en un bote sobre el Nilo… realmente muy romántico. Y así pasan los días, las semanas y los meses. Y llegan los años. Entre buenos y malos momentos. Entre lágrimas, risas y alegrías. Es la vida que construimos juntos todos los días y con la cual no solo nos divertimos sino que compartimos nuestra felicidad.

La partida

Y los Más se fueron. Y el abuelo partió a Alejandría, a estudiar en la Biblioteca. Y aquí estamos nosotros, de vuelta cortando clavos. Ramy volverá pronto a la próxima entrevista para el Ejército: tiene que llevar todos los papeles que demuestren sus “conexiones”; incluyendo sus trabajos con organismos internacionales, nuestro matrimonio, mis trabajos y viajes por el mundo y todo, absolutamente todo, lo que nos haga “bad boys”.  Así muchachos, se cazan terroristas. Ahora ya lo saben ;o)

Mientras tanto, decepcionados de saber que no partiremos antes de que el verano llegue, seguimos respirando aire egipcio y soñando el día en que pondremos un pie juntos arriba del avión. Partir y seguir nuestras vidas.

Pero, a no derramar lágrimas me queridos seguidores. Porque ya que no puedo planear irme, hay algo bueno de las estructuras firmes: y es que uno puede planear hacer viajes cortos! Oxfam me seleccionó como Mentora así que en Julio… me voy para India!

Taj Mahal… hacia allí vamos! ;o)

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Hay muchos pájaros con los cuales uno puede formar un nido… pero muy pocos con los cuales uno puede ser feliz… Thank you my love :*

 

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Ramy en el tren a Alejandría, uno de nuestros tantos fines de semana. Mientras todos duermen… nosotros hacemos morisquetas, chistes y jugamos a adivinar números :P

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La foto fue sacada así como la ven… Y juro que no estábamos borrachos ni drogados!

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R&R en un plano fatal: atrás la columna de Pompeya y el resto, Alejandría y sus habitantes hoy

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Del otro lado del Mediterráneo: R&R en la fortaleza de Alejandría

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Rumbo a las estrellas: R&R en el desierto Blanco, camino a dormir bajo el cielo egipcio en campamento beduino

sábado, 3 de abril de 2010

¿Cómo sobrevivir en Egipto?

O manual de sobrevivencia para una recién casada…

 

Así estaban las cosas: después de un mes sin escribir nada, y con pocas ganas de escribir, me encontré en Internet con mi amigo Artur. Preocupado, me pregunta por la actualización del blog. ¿No están cansados de leer críticas, ironías y demás yerbas de un pobre Egipto? ¡Siempre escribo lo mismo, hasta yo me aburrí de mí misma! No, me responde. Me cago de risa, seguí escribiendo.

Me niego rotundamente a convertirme en la Maitena del mundo egipcio. Y por lo tanto, voy a escribir a continuación mi “contra-maiteneada” de mi vida diaria en Egipto.

Lo estuve pensando toda la semana. Prohibido pensar en cagadas, mierdas o desechos patológicos. ¿Qué es lo más hermoso de vivir en El Cairo? Algo debía tener… El misterio de mi vida diaria se devela.

Me levanto generalmente a las 7 de la mañana. Mi semana empieza el Domingo, no el Lunes. En esta parte del universo, la semana va de Domingo a Jueves, Viernes y Sábado descanso. Antes de que suene el despertador, me despierta el canto de los pájaros (o Dalí). Si, no es verdad que no hay pájaros y criaturas bellas en El Cairo. Uno sólo debe estar en un estado de inconsciencia profunda (semi-dormido), para darse cuenta que detrás de todos esos bocinazos, hay pájaros cantando. Es una sensación bellísima levantarse con la Naturaleza a pleno.

Pero como dije, generalmente Dalí empieza a llorar que quiere salir del balcón porque se mea. Así que voy, le abro la puerta del departamento y se va solito a la terraza (si, mi perro es un genio).  Dejo la puerta abierta, por supuesto, porque acá no sucede nada ;o) (eso es lo mejor de Egipto).  Con la puerta abierta de casa, y Dalí arriba en la terraza, regreso en paz a la cama, a dormir unos minutos más, a tratar de volver a mi estado de inconsciencia y sentir el placer de los pájaros cantando.  Mientras que entro en trance, unos 15 minutos después, Dalí vuelve. Lo sé porque me está lamiendo una mano o un pie.  Me levanto, le doy de comer, le pongo agua, voy al baño, cierro la puerta de casa y me encamino a desayunar.

Luego de estar vestida y lista, le doy un besote a Ramy, le deseo un lindo día (generalmente no responde, está en estado de trance), y a las 8 estoy en la escuela.

El camino a la escuela son simplemente 4 cuadras. Ya tengo los minutos contabilizados. Con algún hijo de puta que intente suicidarse contra mi persona con su auto, puede llevarme cuanto mucho, 7 minutos a paso firme. Pero si sacamos todos los “inconvenientes”, el camino es maravilloso.

Tampoco es verdad que está lleno de mugre o que no hay verde. Depende de hacia dónde uno observe. Sí, no “cómo” uno observe, sino “hacia dónde”.

En esta sociedad, está prohibido mirar a los ojos, por lo cual ya me había habituado a mirar hacia abajo todo el tiempo. Por eso, no veía más que mierda, basura, gris … y residuos patológicos varios.  Ahora, con mi nueva política de “extranjera-me-chupa-todo-un-huevo”, decidí empezar a mirar hacia arriba.  Por arriba de mis hombres hay árboles verdes, montones! Descubrí que hay tanto verde, ¡por todas partes! Hasta podría jurar que estoy en el medio del Parque Independencia (…¡las ganas!). Mi problema es cuando llego al cruce de Avenidas. Cruzar es una locura y no hay más buena onda de mi parte que yo le pueda poner, para obviar el hecho de que esta gente está completamente de la cabeza!!!

Cruzo. Al policía obviamente le chupa un huevo si me matan, si quedo parapléjica o si me estrolan contra un árbol.  Él simplemente está ahí para cuidar que nadie ocupe las dobles-filas que el “alquila” al mejor postor del día. En fin… nada de “maiteneadas” dijimos.

Visto y considerando que no hay veredas, y que odio caminar por una Avenida al lado de los autos – teniendo en cuenta que la mayoría están locos –, camino por el medio, es una especie de “calle”, en donde debería haber árboles, pero solo hay pavimento. Si, adivinaron, debería llamarse Boulevard, pero bueno, eso es anecdótico.

Dos cuadras después, llego a la escuela. Allí, todo es un mundo de diversiones y buenos momentos. Los chicos son extraordinarios, los adultos un poco despelotados, pero todo marcha de diez.

Alrededor de la 1, 2 de la tarde (depende del día), marcho de regreso a casa. Siempre mirando hacia arriba, por supuesto (y sin tener en cuenta que mis mocos salen negros… por la contaminación que ya ha entrado a mis pulmones). ¡Basta de maiteneadas carajo!

Si no hay mucho laburo, duermo una siesta, como algo si es que no comí en la escuela y sino me pongo a traducir. Ramy ya se fue. Entra a las 12 a la clínica. Y mi tarde solía transcurrir así, sola y bastante aburrida. Hasta que después llegó Dalí, que me tiene bastante ocupada. Salimos a caminar, hay que abrirle la puerta para que vaya a la terraza. Una actividad de locos!

Y últimamente me di cuenta que a mi vida le hacía falta algo sumamente imprescindible, la cotidianidad de todos los días en Argentina: música. Si hay algo a lo que Egipto me tiene bastante mal acostumbrada, es el hecho de que no hay reglas. A mis vecinos les chupa un huevo el volumen u horario de la música. Y aquellos pocos egipcios que viven en el edificio, están más preocupados por Dalí que por cualquier fiesta ruidosa que podamos hacer.

Así que Ramy me consiguió este sitio fabuloso: http://listen.grooveshark.com desde donde se puede escuchar gratuitamente prácticamente TODO. Así que mientras laburo, tomo la leche, limpio (algo, si ya nos conocemos) o cocino, Paul, John y U2 me acompañan todos los días.

Para escaparle al calor, Dalí y yo salimos a caminar tipo 7. Ya somos famosos, casi como celebridades. Ya me hice varios “amigos”: Sayd, de 10 años, sus padres (que son porteros del edificio en frente de casa), mi estimadísima amiga egipcia (cuyo nombre no conozco – portera de un edificio a 4 cuadras de casa), los señores que atienden un puestito en la calle a 6 cuadras de casa, otros 2 porteros mas a 8 cuadras de casa y varios niños de la cuadra que no pueden creer que están tocando un perro. Y no nos podemos olvidar de mi amigo el verdulero, a 3 cuadras de casa.

Tipo 8 – 9 llega Ramy.  A veces salimos a pasear o al cine, a veces comemos en la camucha (nuestro ritual sagrado) y a veces nos hacemos muchos mimitos (la mejor parte hehehe).  Y a veces, todo en el mismo día (mucho mejor aún!). Si salimos, a la vuelta ahí está él, mi amigo el verdulero. Se queda generalmente hasta las 4 o 5 de la mañana, hasta que venda la última banana o la última naranja que haya traído ese día del campo.  Vuelve, carga su changuito, y bicicleteando regresa hasta el centro.  Gracias a él compré a “Florencia”, mi planta de albahaca. Es un viejo adorable.

Y así transcurre la vida, entre las pequeñas cosas y los pequeños personajes de todos los días.  Los amigos y las actividades sociales son para el fin de semana, la verdad que durante la semana vivimos laburando. Y yo bastante encerrada, en mi torre. Sinceramente salir se me hace imposible, insoportable. No aguanto más un solo “bip-bip” de los autos. Caminar a las 5 de la tarde es como una guerra campal, entre mi vida y los hijos de puta de los automovilistas. El concepto de “hora pico”, en una ciudad de 17 millones de personas, no existe: es una constante entre las 9 de la mañana y las 6 de la tarde. Un verdadero calvario.

Pero la vida sigue y el tiempo pasa rapidísimo. Camino a la mañana hacia a la escuela y pienso en todo lo que extrañaré. Ahora que empieza la cuenta regresiva, tengo que agradecer a todas estas personas que con su presencia han sabido cambiar mi pequeña cotidianidad en este país…. Y a Dalí por supuesto, mi gran amigo y compañero, siempre dispuesto a sacarle la lengua a cualquier egipcio que se me acerque (él quiere darles un beso, pero ellos, no lo saben… y salen despavoridos).

Señoras, nada de burka: cómprense un perro. Todo lo demás se soluciona con un poco de música… y un extraordinario compañero humano ;o)

R

 

P1030856 Un fin de semana entre amigos, jugando al Pictonary

 

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Fin de semana en familia: los Calcagno-Nasr secando a Dalí después de su baño (si, lo que ven atrás es el polvo cotidiano de todos los días)

 

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Los muchachos del almacén: los pibes laburan gratis, solo cobran propinas de lo que uno les da por traerte las cosas hasta tu casa.  El rubro “almacén” es estrictamente para los hombres, como tantas otras cosas en este país.

 

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De derecha a izquierda: Nati (mi prima), Carli (mi prima), Jade (mi amiga de Canadá) y yo, listas para ir a visitar las mezquitas (es obligatorio que todas las mujeres entren cubriéndose la cabeza), en la entrada de casa.  Dalí en el fondo, creo que preocupado por nuestra degeneración… ¡Chicas las extraño mucho!

 

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Con Carli y Nati, en la esquina de casa. Como verán, no hay veredas y/o los autos están por encima de la vereda… ¡pero sí hay árboles!

 

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R&R esperando, sentado en la calle, mientras las chicas visitaban una mezquita. Si observan, la gente vestida de invierno. Ese día, hacía por lo menos… ¡20° de calor!