domingo, 10 de enero de 2010

En Jerusalén... o de por qué caen bombas en Tierra Santa...

Capítulo uno: la partida...

Resumir 5 días en Jerusalén en un solo post es como querer explicar en sólo 100 páginas por qué Carlos Menem es un mafioso. Es decir, misión imposible.

Pero trataré de empezar por el principio; generalmente recomiendan que es lo mejor.

Todo empezó con la visita de Sil y Gretel: la verdad, una bocanada de aire de las amistades y afectos que siempre se extrañan y que son siempre tan necesarias... especialmente en tierras faraónicas, donde hacer amistades no es tan evidente. Las chicas llegaron con planes de visitar Egipto un mes, y con tiempo suficiente para visitar otros países. Resulta que las distancias no son tan largas, pero tampoco fáciles de alcanzar.

Mi presupuesto, después de un mes en Argentina, compra de nuestra segunda aspiradora (la otra fue asesinada por el polvo y la mugre egipcia en menos de 6 meses), y otros gastos indispensables, no estaba ajustado para una visita en Israel, especialmente porque el país de los hombres bombas se caracteriza por ser bastante carito. Pero me convencieron, y la verdad que resistirme fue bastante difícil - como podrán imaginar. Compramos una guía Lonely Planet para movernos en Israel, hicimos en una mañana la visa necesaria para salir y volver a entrar en Egipto, y después de corregir todos los exámenes de mis alumnos para entregar a la mañana siguiente, nos subimos a un taxi y emprendimos el camino hacia la frontera, en una ciudad llamada Taba.

La joda del taxi nos salió unos 45 U$S cada una. Para los interesados en venir y hacer el mismo trayecto, es posible hacerlo en colectivo, pero se ahorran unas 4 horas de viaje, unos cuantos check points y la maravillosa incertidumbre de viajar en un colectivo egipcio. No son malos pero después de las 8 horas de viaje, sólo Dios sabe si llegarán.

Llegamos a las 7 de la mañana aproximadamente y después de comernos los insultos, pseudolevante, de los canas egipcios, previo pago de LE 2 para la estampilla de salida (solo para los que cruzan a pie), y algún que otro control de seguridad, habiendo caminado no más de 100 metros, nos encontramos en suelo israelita.

Y mi cara empezó a iluminarse. Inclusive ante la guacha de la primera cana israelita que nos pidió los pasaportes: llevaba jeans ajustados, remera dos cm por debajo del ombligo, y estaba tan maravillada de sentir que cruzaba a otro mundo, que ni siquiera recuerdo dónde tenía el arma (obviamente llevaba un arma, porque todos en Israel cargan una).

El siguiente control... otra mujer. Chicas jóvenes, maquilladas... eso sí, con cara de orto. Era increíble, como entrar al control de cualquier aeropuerto europeo: ¡mucha cara de culo, pero se había acabado el mundo de los hombres! Ni siquiera se habían olvidado de la paranoia, o por lo menos así lo definió el psiquiatra a quien estaban revisando de arriba a abajo, inclusive analizándole unos dibujitos muy lindos que llevaba con una paloma de la paz. Bastante gracioso, el hombre se puso a psicoanalizarlos, a decirles que eran unos paranoicos (con mucho respeto y soltura), y que se pusieran a pensar por qué sufrían de tal paranoia. Mi conclusión fue que el señor se equivocó de camino o que realmente jamás supo lo que es pasar por el aeropuerto de Londres. En fin... primermundistas, a veces pueden ser muy cómicos.

Seguimos, el cuarto y último control: otra mujer (obviamente) que sellaba el pasaporte con la visa, previo preguntarnos qué hacíamos, a dónde íbamos... y qué religión profesábamos. Parece ser que las estadísticas israelitas indicarían que el 100% de los musulmanes son posibles hombres-bomba. Me pregunto qué dirán sus estadísticas acerca de los gobiernos judíos que encierran a seres humanos en ghettos al mejor estilo nazi... en fin.

Y pisamos suelo israelita… y fue como entrar a otro mundo. El aire estaba limpio, olía bien, las calles eran amplias, limpias… había paradas de colectivos, carteles que indicaban direcciones… ¡y hasta había direcciones que existían! Ah…y el aire estaba limpio y olía bien, ¿ya dije eso no?

Cuando íbamos en el colectivo que nos llevaba de la frontera hacia la estación (para seguir luego a Jerusalén), Silvana me mira de ponto y me dice: “¡mirá la sonrisa que tenés!”. Y si, no era para menos: había pasado de la categoría “subhumana” a la categoría “humana” en menos de 200 metros. De repente la gente me miraba nuevamente a los ojos cuando me hablaba, los hombres sonreían con gentileza, la gente era amable, respondía a mis preguntas y en el peor de los casos, trataba de ayudarnos y explicarnos cómo llegar. De nuevo podía comunicarme, caminar por la vereda, inhalar el aire bien profundo, nadie me empujaba, ningún auto trataba de atropellarme, ¡y los semáforos estaban encendidos! ¿Por qué no sonreír? No estaba en el primer mundo, pero por lo menos parecía un lugar más amistoso.

Tomamos el colectivo hacia Jerusalén y llegamos después de 4 horas y media de viaje… Durante el trayecto, miraba el paisaje y no podía creerlo: en las mismas montañas que tan estériles parecían del lado egipcio, Israel cultivaba, producía y desplegaba todo su potencial tecnológico. Leyendo la Lonely Planet para decidir qué lugares visitaríamos, no paraba de preguntarme: ¿por qué caen bombas desde el cielo en esta parte del mundo? No faltaría mucho para descubrirlo… pero esa ya es otra historia.

Hasta pronto!

R


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Sil y Gretel entrando a la Vieja Ciudad… tras las murallas

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Adentro de la vieja ciudad, caminando por las callejuelas

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La “nueva ciudad”, vista desde la Torre de David

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Sil y Gretel, empezando el recorrido en la Torre de David

IMG_4065La muralla de la Vieja Ciudad en contraste con la “nueva”

12 comentarios:

  1. Por ahora parece un cuento de hadas (con armas incluidas)... Pero para el Estado de Israel no hay problema con que las mujeres sean seres humanos (siempre y cuando carguen armas)...

    Es gracioso que en 200 mts cambie tanto no? que loco que es el mundo!

    Esperamos las otras partes de tu relato!!!

    Besos!

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  2. Nada privativo de Israel, señores: cuando yo vivía por Corrientes y Pasco había muchas chicas con pistola...

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  3. no tire tantas flores al principio! asumo que no cometiste el error de sentarte en un bondi al lado de algun ortodoxo y de repente el sujeto se levantó con cara de ojete...ante la sospecha que una andara "con andrés" y por tanto impura como agua de zanja.tienen sus cosas paleozoicas pero no deja de ser un país donde se vive bien, bombas aparte (nosotros tenemos a los k... no sé que es más peligroso). Igual tu paso de frontera no fue nada. a mí hasta me preguntaron quien había hecho mi valija, si la habia perdido de vista en algun momento, si había hablado con algun desconocido el aeropuerto, si me habían dado algun paquete o carta o lo que fuera, por que quería visitar israel, de donde había sacado el efectivo, donde mi iba a quedar.... hasta tuve que poner mi victorinox adentro de la valija ya que no me permitieron llevarla en mi bolso de mano... otra que paranoia...
    pero ver jerusalem como brilla con el sol de la tarde es impagable.
    aguardo impaciente Jerusalem II
    L

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  4. Si, totalmente compañera!! Flores es lo primero que uno ve... por eso, aguarde la parte 2 ;o)

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  5. ...qué hace una amiga suya con la victorinox en la cartera???

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  6. Si, no? Demasiado fashion Laurita como para estar usando una victorinox, no? Yo pensé lo mismo! hehehe

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  7. tenía victorinox cuando era "urbana" ahora que soy de campo, porto faconcito multiuso en el cinturón:para el asado,para defensa personal, para las zanahorias de los equinos (le saco la parte fea de la punta)y para salir al campo por si las moscas.... no me agarren en un día cruzado... Doña Bárbara, un poroto al lado mío! otra cosa que no sabían de mí.

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  8. Bueno no está tan mal...Esperaba encontrarme algo terrorífico jeje! Igual aclaro: el gentilicio es israelí. Israelita es otra cosa.
    Y abro el paraguas antes de que llueva: estuviste en Jerusalén y si esperabas encontrar allí paz, cordura y primer mundo (o simil Europa, al menos) pecaste de ingenua jeje! Para eso tendrías que haber rumbeado para otros pagos, digamos, Tel Aviv. A mi me ofrecieron ir a Jerusalén y los mandé a freir churros jeje!
    Igual espero tu segunda parte y advierto que como futuro ciudadano israelí tendré que ser parcial y defender...lo que sea defendible jeje!
    ¿Observaste, al menos, el sol del atardecer reflejado en las paredes? Si no lo hiciste, volvé y hacelo y después escapate volando a Tel Aviv para un poco de vida occidental...
    Saludos!
    Pablo R.

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  9. Ah! me voy en Abril! Y ya averigüé: puedo entrar y salir del país las veces que quiera, pero con pasaporte argentino el primer año. ¿Cuanto salen los pasajes maso en dólares?
    Pablo R.

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  10. Que bueno!!!!! Nos vemos aquí amiguito!! Mira, los pasajes salen caríiiiisimos, lejos te conviene venir por tierra, no es "baraaaaaaaaaato" pero bastante accesible. Cuando vengas arreglamos!! Nos podemos encontrar primero en el Sinaí, ir al mar juntos y luego te traemos con nosotros al Cairo :o)

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  11. Che! Nadie dijo nada de mis fotos estilo National Geographic a todo esto!!

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