Volver,
con la frente marchita,
las nieves del tiempo
platearon mi sien...
Sentir...
que es un soplo la vida,
que veinte años no es nada,
que febril la mirada
errante en la sombras
te busca y te nombra.
Vivir,
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo,
que lloro otra vez...
Hoy, hace ya una semana desde que llegué y aún no he visto mucho. Ayer llegamos a Sharm El Sheij, un lugar paradisiaco sobre el Mar Rojo en la Península del Sinaí. Estamos adentro de un resort 5 estrellas alemán, todo muy occidental: así que imaginarán que no he visto mucho de Egipto hasta el momento. Pero lo poco que he visto no deja de impresionarme, impactarme y sorprenderme: todo al mismo tiempo. Trato de entender una cultura que aún parece tan lejana, un idioma que no descifro y gente que por lo general me mira raro. Y no es para menos: el hombre que me acompaña del brazo es egipcio, cuando me habla me mira a los ojos y sonríe, camino a mi lado y para colmo llevamos, cada uno, un anillo de casados. Ya lo sé, a ustedes eso no les dice nada... yo aún trato de entender qué es lo que tanto le llama la atención a los egipcios.
Antes de venir, tuve una conversación muy interesante con una de las personas más inteligentes que conozco: Gabi, mi odontóloga. Y le contaba del fabuloso periplo que pronto emprendería, pero al mismo tiempo de los cuidados que una mujer, especialmente extranjera, debía tener; de los miedos e inseguridades que por ahí tenía al no saber cómo vestirme, si me sentiría cómoda con tantos hombres mirándome, etc. Que el mundo musulmán no es fácil para ninguna mujer occidental, eso no es noticia.
Y empezó a contarme la historia de una amiga Psiquiatra que conoció a un médico cubano en un Congreso en Cuba. El cubano, que había vivido toda la vida en la isla y que obviamente nunca había conocido otra cosa más que el régimen castrista, despotricaba contra todo lo que se llamase comunismo. Un sistema que, según él, atentaba contra la libertad individual de las personas. Se enamoraron, vivieron un tiempo juntos en Cuba y finalmente se casaron. Al casarse con una extranjera pudo entonces "escapar" del único lugar recóndito y pequeñito que había conocido toda su vida: Cuba. Y vinieron muy felices a vivir a la Argentina. Años más tarde tuvieron dos hijas. Y 10 años más tarde... el cubano decidió que no podía vivir en ningún otro lugar del planeta más que en esa pequeñita isla caribeña. Dejó todo... y volvió a Cuba.
Hace una pausa y me pregunta: "¿por qué volver?". La verdad, no tuve respuesta. Pero cada vez que camino por el Cairo observo atentamente, recuerdo sus palabras y me pregunto: ¿por qué no volver? Vi tantas mujeres musulmanas con un velo en la cabeza en Canadá y no me llamaban la atención en lo más mínimo. Y sin embargo aquí, vivo preguntando: "¿y pero el marido las obliga?, ¿y qué pasaría si no quisieran utilizarlo más?"... como si en Canadá eligieran y acá fuesen obligadas. ¿No será que tanto en uno como en otro lugar deciden practicar la religión musulmana que aprendieron?
Obviamente sería naïf pensar que todas las mujeres egipcias deciden, en un país en donde la mutilación genital es un tema tabú pero presente en la vida de la mitad de la población femenina. Pero existen mujeres, obviamente de clase media y alta, instruidas, profesionales, que decidieron dejar de usar el velo... y no pasó absolutamente nada. Sus familias las siguen amando igual que siempre. Son personas con una historia, antes que un velo sobre el pelo.
"¿Por qué volver a Egipto?", eso es lo que trato de descubrir. ¿Será, como dice el tango, porque sin importar de donde vinimos, "nuestra alma se aferra siempre a un dulce recuerdo..."? Al recuerdo del lugar donde nacimos, de los seres que amamos, de los que nos aman... ¿Será que en la lejanía podemos apreciar lo que cotidianamente no podemos ver?
¿Viviría en Egipto toda mi vida? Probablemente no. Pero si hubiese nacido en Egipto, creo que jamás me atrevería a salir a un mundo occidentalizado y homogéneo. Creo que el mundo me daría miedo... Porque hoy, como lo que soy, nunca jamás podría cubrirme como lo hacen ellas... Pero yo me preocupo - tal vez mucho menos que la media, es cierto - en una "imagen", en la estética de un cuerpo que será siempre inalcanzable. De este lado del mundo, no existen los metros ni los kilos de la manera en que nosotros los percibimos. Mientras nosotras nos obsesionamos con una balanza, ellas son felices combinando el color de su velo con el resto de su atuendo. Si hay algo que no deja de sorprenderme, es lo bien que visten: cada aspecto de su ropa, desde el velo hasta los zapatos, hace juego. Y de una manera u otra, utilizan el arma de la seducción en cada pequeño detalle: en el maquillaje, en la ropa ajustada, en cómo acomodaron el pelo... Es cuestión de observarlas en la calle, inclusive cómo caminan...
De la misma manera, supongo, el cubano decidió volver. Volver a practicar la medicina feliz, sin cargo de conciencia, sin pensar que estaba comerciando con la vida de un ser humano. Decidió volver, probablemente, a un sistema que le había dado todo: una familia, educación, comida, cultura, e inclusive sentido crítico.
Dra:
ResponderEliminarY es complicado... Pero yo sé que usted es una señora de mente muy abierta y sumamente cosmopolita (no confundir con cosmopolitan, jaja), que se banca e incluso disfruta bastante las diferencias culturales. No cualquiera acumula las experencias que usted tiene.
Creo que usted podría vivir donde quisiera. Anímese!!! Creo que es peor convertir la vida de uno en un tango que llora añorando amores. A los amores y placeres es preferible vivirlos a añorarlos, no?
Yo ni loco viviría fuera de Argentina. Pero reconozco que detrás de mi fachada de tipo amplio, habita un conservador de primera línea, que no tolera no comer carne de calidad, hablar en español o estar más de 15 días lejos de Buenos Aires.
Pero, a Dios gracias no son todos como yo y hay gente que se anima a cruzar el mundo...
Salvando las distancias... Imagínese si Colón no se hubiera animado... jajaja. O si nuestros bisabuelos no se hubieran animado a cruzar el océano dejando todo, la Argentina sería muy diferente.
Empodérese! No corresponda las miradas raras y pasela bien. Y si se pudre siempre existirá Aerolíneas Argentinas...
Un abrazo!
Pablo B
Dr:
ResponderEliminarNo tengo palabras más que decirle: usted es único e irrepetible ;o)
Saludos, se lo extraña, y me hizo Ud. cagar de risa, como se dice en buen argentino.
besotes
regi
xxx
Dra! Se acuerda cuando estábamos en Australa y nos divertíamos criticando a la manera argento todo lo raro y lejano culturalmente? Se acuerda del Poronga Zoo? (Una conducta que rayaba en la xenofobia) Que además muchos programas como Videomatch y Por el mundo de Marley lo tomaban como casi el único recurso humorístico? Putear en argentino a cualquiera que no entendiera el español?
ResponderEliminarBueno, cuando sienta que extraña el pago o se siente sapo de otro pozo, imaginese que estoy al lado suyo paseando por El Cairo diciendo esas barabaridades al estilo Pepe Argento! Así se va a divertir más...! Igual, creo que Fernández Reigosa sería mucho más divertido que yo... Evalúe usted con quien imaginar su paseo y disfrute!
Besotes
Pablo
jajaja que grosso dottor
ResponderEliminarDr:
ResponderEliminarHace un rato le dejé unas palabras, se ve que "la" internete me jugó una mala pasada...
En fin, solo quería decirle que, nuevamente: ud. es único e irrepetible. Y que la verdad se los extraña... Y me imagino con cada uno de uds. en diferentes momentos y lugares :*
No Sr. Sigla...Lo suyo no es fachada de tipo amplio sino de tipo regordete- alguien tenía que decírselo...!
ResponderEliminar"Y me imagino con cada uno de uds. en diferentes momentos y lugares" -
ResponderEliminarPERVERSA!
Amiguito siiiiii, se lo extraña mucho!!!
ResponderEliminarY eso no es nada...Yo antes me sorprendia de que la gente pudiera vivir en otro lugar que no fuese Buenos Aires y prosperar y ser feliz y realizarse!!!! Uno se mueve, amplia su mundo, aprende que la cultura es una invención, un artificio, invisible para el que la habita, como es invisible el agua para el pez...solo que el pez nunca podra conocer otro mundo y saber que el agua es agua. Pero la llamita si!!! Siga asi...amplie SU mundo hasta que todo EL mundo quepa en el!
ResponderEliminarUn beso enorme,
Pablo R.
PD: No puedo describirte cuanto disfrute leer este post.
Gracias amiguitos: ayer empecé con las clases de árabe (capítulo aparte), así que estoy convencida de que eso me ayudará a descubrir mejor este nuevo mundo... al menos aprenderé a putear y defenderme hahahaha ;o)
ResponderEliminarAh si! Puteadas es la lección Nº1 junto con "Hola, mi nombre es...". Cuando las aprendas no las enseñas, of course...jiji! Asi podemos vengarnos de la gente sin que nos entienda y se pueda defender jajaj! Y reirnos como tarados: Ay dijo p..o en arabe juju! Averiguá como se dice gay también, por si tenemos que rajarnos y refundar SIGLA en otro lado.
ResponderEliminarBesotes...
PD: Soy Pablo R. El blog insiste en negar mi identidad...
La frase original es: "Cuando las aprendas noS las enseñas..." Fucking idioma que falta una letra y cambia todo el sentido! Ya vas a ver en arabe que faltan todas las vocales juju!
ResponderEliminarPablo R
"Mientras nosotras nos obsesionamos con una balanza, ellas son felices combinando el color de su velo con el resto de su atuendo".
ResponderEliminarAhhh...qué jodonas!
Si es cierto!!!!! Me estoy comiendo la cabeza, no entiendo como mierda hacen para leer sin vocales... adivinan!!!
ResponderEliminar...LAS COSAS QUE PROVOCA LA SED!
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